Mensaje
por Juan J. Pérez » Jue May 20, 2004 10:28 am
En lo general coincido con Midel, y seguiré como él simplificando.
Un mismo tipo de guarnición, de las que asociamos a las roperas (lazo, taza, etc.) puede presentarse en efecto con una hoja ancha, de punta y corte, o con una estrecha, básicamente de punta. Esto es especialmente cierto con las roperas del XVI, pero se puede aplicar a todo el periodo en el que fueron populares. Las típicas guarniciones de taza o de conchas con puentecillos, propias ambas de bien entrado el XVII, se encuentran con ambos tipos de hoja.
En algunos casos, depende del uso final (miliatar, civil) que se le iba a dar, pero sobre todo al principio hay ejemplos de hojas amchas montadas en finas guarniciones de aspecto civil, incluso en espadas de la corte, por lo que aquí el gusto del usuario también primaba lo suyo.
De todos modos, volviendo a la pregunta original, todas tienen punta, claro. Puede variar el perfil de la misma y su agudeza según el ancho de la hoja, pero aunque una espada sea cortadora, muy pocas veces se dejaba la punta roma, pues ¿para qué renunciar a una estocada, si la cosa se tercia? Es más, los caso de espadas totalmente romas de este periodo se deben a tres motivos: o bien se trata de ejemplares de entrenamiento, o bien conmemorativos (las espadas-calendario alemanas y checas, p.ej.) , o bien la punta rompió y algún coleccionista, al sanearla, la dejó como hoy aparece.
JdB