Hay que ver lo que se aprende asomando por aquí...
Yo de armaduras entiendo bien poco, cosa que espero mejorar pasandome mucho por este foro, pero hay una duda que me lleva corroyendo años.
Cuando estudiaba en la Facultad no se hablaba de la guerra para nada. Ni batallas ni nada, todo eran estructuras sociales, económicas y rollos parecidos. Al final siempre te quedaba la idea de que la guerra era algo que hacían unos marcianos muy malos vestidos todos iguales.
Luego vas leyendo cosas y la gente del pasado empiezan a parecerte como tú. Les dolerían las rodillas en invierno, se les quitaría el hambre con la calor y cosas así.
Y mirandolo desde este punto de vista, me da a mí que la guerra tuvo que ser distinta en el norte y centro de Europa que aquí. Las campañas (lo he comprobado), apenas se salen del verano a la primavera como mucho, y algunas veces a octubre, no mucho que a esas alturas si era buen año, ya empezaba a llover. Aquí en el sur sí hay campañas de invierno, pero en general se ve que procuraban evitarlas salvo que fuera totalmente necesario.
Mi pregunta es como nadie en sus cabales iba a soportar una armadura de hierro (que esto es hierro de verdad y no esas pijaditas con las que hacen ahora las cacerolas) en pleno verano. No sé si os imaginais lo que son cuarenta grados... Aquí es una temperatura normal en julio y agosto. Gracias a los dioses no es a todas horas, pero basta con soportar una siesta a la intemperie con esa temperatura para que se te quiten las ganas de estar vivo. Da igual que estés debajo de una tienda de lona. Las ganas de morirte son las mismas.
No puedo imaginarme a nadie poniendose una cosa en el cuello de hierro en el verano de Andalucía. En el norte de España, puede que sí, pero aquí en el sur, imposible, de verdad. Creo que ni la amenaza de una espada podría hacerlo.
¿No creeis que las distintas piezas de armadura tendrían que tener variantes regionales según las necesidades?. Aquí abajo todo lo que fuera de hierro tendría que ir muy bien protegido para no rozar contra la piel. Con el sudor y el roce se abren unas llagas de mucho cuidado, salvo que tuvieran pieles de elefante, tendrían que salirles a la fuerza, sólo a base de moverse. Probablemente, con el cuero también, si tuviera un borde rígido.
Y luego el calor baja mucho la tensión. Tienes que beber agua como loca todo el día para no caerte redonda al suelo. Imagino que haciendo ejercicio y puesta a fuego lento dentro de una ensaladera cerrada por todos lados mucho más... Por la noche tampoco se descansa mucho. Estos tíos tenían que ser más duros que el alcoyano o a lo mejor es verdad que eran marcianos o algo así.
Quizás os parezca que desvarío, pero la realidad es la realidad. Me cuesta mucho imaginar a la gente luchando en Granada, en Algeciras, en Jerez, en Alcaudete... en pleno verano y cargados de hierro de pies a cabeza.
Si os parece una idiotez no me hagais caso, pero creo que este tipo de cosas quizás tuvieron que ser tenidas en cuenta entonces. Por sentido común.