En dicho artículo se comenta el contenido del testamento de este conocido Maestro de Armas. He creido adecuado recoger en esta reseña dos de las listas que allí figuran que pienso que pueden resultar interesantes en nuestro conocimiento del entorno histórico de la esgrima del Siglo de Oro español, en primer lugar la de las armas que tenía en su posesión en el momento de su fallecimiento y en segundo un pequeño extracto del listado de los libros sobre esgrima que componían su biblioteca particular (la lista completa supone 92 entradas; siendo 144 los volúmenes que componían dicha colección, dentro de las cuales aparecen obras de literatos contemporáneos, libros sobre religión, clásicos romanos y griegos, textos sobre matemáticas y geometría, etc).
A modo de introducción histórica sobre la figura de este personaje, decir que Miguel Pérez de Mendoza nació en Logroño en fecha no determinada (posiblemente en la primera o segunda decena del siglo XVII) y murió en Madrid el 25 de marzo de 1679. Fue nombrado por Felipe IV como maestro de armas del por entonces sucesor real, el príncipe Baltasar Carlos, el cual falleció en 1646 a los diecisiete años de edad, pasando después a serlo del siguiente sucesor y después rey Carlos II, quien le mantuvo en el cargo cuando subió al trono. Posteriormente Don Juan José de Austria, hijo bastardo de Felipe IV, más tarde legitimado, le nombró Ayuda de Cámara.
Respecto a su obra solo conozco estos dos libros: "Principios de los cinco sujetos principales de que se compone la philosophia y matemática de las armas, práctica y especulativa" (Pamplona, 1672) y "Resumen de la verdadera destreza de las armas en treinta y ocho asserciones resumidas y advertidas con demostraciones prácticas, deducidas de las dos obras principales que tiene escritas su autor, quien aleccionó al señor Don Baltasar Carlos (Madrid, 1674).
De este segundo libro, como veremos en el listado, dejó en el momento de su muerte una edición completa aún en estado de encuadernación (o tal vez se tratara de una tirada doble: unos ejemplares encuadernados y otros en pliegos cosidos). La nota curiosa la compone el título completo, con su epígrafe "deducidas de las dos obras principales que tiene escritas su autor" de donde se podría deducir que hubo otro libro de esgrima además de los dos conocidos (o al menos conocidos por mí).
En fin, vayamos a los listados de su testamento que os he comentado. Veamos en primer lugar la lista de las armas, valorada por Juan Andrés "maestroespadero". Tras la descripción figura el coste tasado, expresado en reales (rs.):
- Primeramente dos ojas de espada negras para las armas con botoncillos dorados y recacos, 60rs.
- un berduguillo con un retrato en el recaco que dice para el señor principe Don Balthasar, 96rs.
- una oja de espada echa en Toledo de Juanes, 40rs.
- un estoque de Alemania, 30rs.
- otro berduguillo para jugar las armas con el boton y recaco dorado y dice en el espadero del Rey, 40rs.
- otro que dice para el rei, quebrado, 12rs.
- un aderezo de espada y daga con sus ojas, la de la espada de Alemania y la de la daga de la Puerta Cerrada, 300rs.
- un montante pavonada la guarnicion, 80rs.
- dos puños para espada y daga de ylo de plata, 36rs.
- una caja con diez cuchillos, 60rs.
- dos dagas de esgrima, guarnecidas, 16rs.
- dos guarniciones de espada y daga, doradas, pequeñas, 40rs.
- otra guamicion sencilla, sebillana, 12rs.
Como detalles que me han llamado la atención, subrayar el coste de las armas: en comparación con el de otros listados, como por ejemplo los muebles, libros o pinturas que también aprecen en su testamento, se me antojan relativamente baratos ¿alguien tiene alguna referencia sobre precios de objetos comunes o de sueldos de la época para establecer una comparación?.
También llama la atención las descripciones de las armas negras: habla de dos hojas de espada negras abotonadas, pero también de verduguillos negros que en principio pensaba que eran para practicar la esgrima con el príncipe de corta edad, pero vemos que aparece otro con la leyenda "para el Rey", de lo cual me surge la duda ¿aleccionaría a sus alumnos con hojas muy flexibles -a las que haciendo esta distinción podrían llamar "verduguillos"- o bien lo haría con hojas más consistentes -siguiendo la misma lógica, las "espadas"-, que en principio deberían ser mejores simuladoras de una hoja con cierta capacidad de corte para las tomas de hierro? ¿o emplearía ambos instrumentos, uno más seguro y menos doloroso para asaltos libres y otro mejor simulador de una hojas real para las lecciones? ¿o en esa época ya estaban tan difundidas las armas de uso casi exclusivo de estocada que al diferencia sería irrelevante? ¿sabe alguien como enfoca el tajo y la estocada en sus tratados por si ello diera alguna pista?.
Otra cosa que me resulta curiosa es la expresión "de la Puerta Cerrada" refiriéndose a la hoja de una daga supuestamente de gran calidad ¿alguien sabe a qué se refiere? ¿a una zona geográfica? ¿a una marca de espadero o de gremio?.
Por último y ya como nota muy técnica me llama la atención la expresión "hilo de plata". Siempre pensé que se emplearía además del latón y bronce alguna aleación de base de plata para el torzal plateado, aunque pensaba más en algo con mejores características de ductilidad y maleabilidad que la propia plata (una aleación de plata con algo de cobre o tal vez estaño o similares, por ejemplo ¿alguien sabe si hay algún estudio al respecto de este material de color plateado empleado en los torzales de las guarniciones?).
Cambiemos de tercio y veamos ahora el listado parcial de la biblioteca de Pérez de Mendoza, en concreto aquellos textos relacionados con la esgrima. La tasación la lleva a cabo Sebastián de Arméndariz, del cual sabemos que en 1671 era librero de Cámara de Su Majestad.(entre paréntesis las identificaciones que hace el autor del artículo al respecto de los libros; en aquéllos de los cuales no comenta la autoría ni la identificación, he añadido un signo de interrogación):
1 Nueba Ciencia (Luis PACHECO DE NARVAEZ. - Nueva ciencia y filosofía de la destreza de las armas, Madrid 1627), 10rs.
1 ydem duplicado (Luis PACHECO DE NARVAEZ. - Nueva ciencia y filosofía del destreza de las armas, Madrid 162’7), 10rs.
1 Tovar de la destreça de las armas (Pedro MESIA DE TOVAR. - Engaños y desengaños de los errores en la destreza de las armas, Madrid, 1636), 4rs.
1 Carrança destreza de armas, maltratado (Jerónimo CARRANZA. De la filosofía de las armas, de su destreza y de la agresión y defensión cristiana, Sanlúcar de Barrameda 1569), 10rs.
1 Engaño y desengaño de Pacheco (Luis PACHECO DE NARVAEZ. Engaño y desengaño de los errores que se han querido introducir en la destreza de las armas, Madrid 1635), 8rs.
1 Engaño y desengaño duplicado, 8rs.
1 Dialogo de las armas, 6rs. (?)
1 Porres de la destreza (Gómez ARIAS DE PORRES. - Resumen de la verdadera destreza de la espada, Salamanca 1667), 3rs.
1 Pacheco Artecillo de la espada, 2rs. (?)
1 un libro del dicho Don Miguel Perez que es Resumpta de las armas (Miguel PEREZ DE MENDOZA. - Resumen de la verdadera destreza de las armas, Madrid 1674), 6rs.
mas taso una ympresion del Resumen de la berdadera destreça de las Armas, su autor el dicho Don Miguel Perez de Mendoza y a y en papel nobecientos libros y enquadernados quatrocientos con que son en todos mil y trescientos, los enquadernados a siete reales de vellon y los en papel sin enquadernar a seis reales, 8200rs.
Aparte de los dos títulos sin identificar por el autor ("Diálogo de las armas" y "Pacheco Artecillo de la espada"), acerca de los cuales agradecería cualquier teoría sobre su identificación, también hay varios puntos que resultan cuanto menos ilustrativos: en primer lugar la influencia que debía de haber entre los distintos maestros, pues a buen seguro la posesión de los textos de sus colegas contemporáneos no se debía a algo accidental, sino que indica la dedicación que debían mostrar por conocer las enseñanzas de los demás, fueran o no de sus mismas ideologías al respecto. En segundo lugar, viendo la inmensa biblioteca que poseía este Maestro de Armas que, pese a las dificultades en adquirir tales obras (a diferencia de la actualidad, no se podían comprar precisamente varios libros por el coste de una hora de trabajo), a buen seguro era considerado como algo necesario para ser un gran Maestro de Armas, no solo ser un gran diestro en el manejo de ellas, sino además un porfundo conocedor y amante de la ciencias del momento.
A ver si conociendo mejor a estos personajes, aunque sea en una reseña tan mala como esta que os hago, conseguimos que, aunque sea un poco, se nos pegue algo del amor por la esgrima al tiempo que se nos mete en nuestras duras molleras de espadanos que vivir la esgrima no es solo "apiolar al vecino" como diría uno de los eruditos más entrañables de esta asociación de amantes de la esgrima histórica (Un "olé" por su improvisado discurso en Bustarviejo, Don Mario).

Saludos a todos y disculpadme por el rollazo.

PD: La referencia al artículo es: "La biblioteca de Don Miguel Pérez de Mendoza, Maestro de Armas riojano del Rey Carlos II (1679)", José Luis Barrio Moya, Militaria, Revista de Cultura Militar, número 15, 2001 páginas 119-137. ISSN: 0214-8765. Existe una versión en PDF en el servidor de la Universidad Complutense de Madrid. Dado que no estoy seguro de que se trate de un texto público, prefiero no colgar aquí el enlace directo. En caso de que alguien esté interesado en la lectura completa de dicho artículo, que contacte conmigo via mensaje privado.
PPD: A modo de introducción, el autor de este artículo cita una lista de los principales autores de tratados de esgrima, principalmente italianos. Me enorgullece ver como también todos los lectores de este foro tenemos disponibles la práctica totalidad de los textos allí mencionados. Ahora ya no podremos decir que no contamos con una biblioteca (digital, of course) al menos a la altura de la de cualquiera de los grandes maestros en los que nos basamos. Ahora ya solo falta que teniendo la mano derecha ocupada por la espada, empecemos a emplear la izquierda para algo más que para portar una daga, que el papel no pesa tanto.
