Buenas
Aparte del libro de Clemments, hay un par de monografías/articulos largos sobre el tema escritos por Stephen Hand, uno en cada edición de la publicación "Spada: An Anthology of Swordsmanship"; en el primero el artículo se titula “Early Medieval Shield Techniques”; en el segundo "Further Thoughts on the Mechanics of Combat with Large Shields". Todo el trabajo está extrapolado del manejo de espada y broquel, del escudo de duelo que aparece en algún tratado alemán de espada de mano y media y del trabajo de espada y rodela de los tratados del XVI.
Unas de las claves, según Hand, es que el escudo se mueve lo menos posible y que uno se cubre pivotando alrededor del escudo: por ejemplo, si uno va a recibir un corte por el lado derecho, no desplaza el escudo hacia ese lado, sino que se desplaza él mismo hacia el lado izquierdo.
Luego están perrerías más o menos clásicas u obvias, como amagar con golpe a la cabeza para que el otro se ciege él solito con su escudo y escabecharle a placer, emplear el contrafilo para angular el golpe por encima del escudo contrario o emplear el canto del escudo para trabar el del contrario y abrir hueco.
Este enlace de
aquí contiene unas pinceladillas del trabajo de Stephen Hand adaptado a espada y escudo viquingos que, como mínimo, dan algunas ideas y abren boca.
Y ahora, como casi siempre, viene la chapa "no lo hagais en casa, amiguitos", que todos tenemos el cabezo bien amueblado hasta que nos pierde el entusiasmo. A las precauciones y protecciones necesarias para practicar con espadas negras (y un poco más, ya que es más facil que una espada de una mano "se nos vaya" de fuerza en un corte) se le añaden otras consideraciones específicas de la mécanica de combate con escudo:
-Por temas de angulación y uso de contrafilo, llegan más golpes de lo habitual a la parte de atrás de la cabeza.
-Como bien se sabía en la época, a juzgar por el registro arqueológico de Wisby y otras "shield parties", el escudo descubre parte de la pierna, un objetivo válido y bastante goloso.
-No desvelo nada oculto si digo que un escudo es también un arma ofensiva: golpe con el canto, empujones contra el escudo contrario o contra el brazo armado, trabar con el canto el escudo contrario, etc. Aparte del cuidado obvio que hay que tener cuando se maneja un tablón-cachiporra de 3-5 kg de peso, conviene revisar el escudo en busca de aristas o cantos afilados o clavos sobresalientes que puedan hacer un desgarrón cuando la cosa se ponga "Brummel" (ya sabeis "En las distancias cortas etc, etc."

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